El consumismo por el consumismo.

¡Hola!
En la entrada de esta semana voy a hablar sobre el consumismo y para daros un poquito más de información os voy a dejar aquí un enlace de una reflexión sobre este tema. https://www.eldiario.es/ayudaenaccion/ayer-sirve-reflexion-consumo-responsable_6_336376387.html.

El consumo de productos, servicios y bienes es un hecho habitual. Pero nuestra sociedad está envuelta, más que en el consumo, en el “consumismo” o sobreconsumo que nos empuja a adquirir más y más cosas. Esta tendencia, de la que depende en gran medida el actual sistema económico, tiene graves consecuencias para la salud del planeta y la nuestra.
El ser humano necesitará tres planetas para abastecer el ritmo actual de consumo. Por ello, hemos de cambiar nuestros patrones de consumo para revertir hábitos inadecuados y poco sostenibles.

El peligro es que las necesidades básicas pueden cubrirse pero las ambiciones o el deseo de ser admirados son insaciables, según alertan los expertos. En la sociedad de consumo encontramos algunos fenómenos que le son propios y que juntos producen lo que se ha denominado adicción al consumo.

Por un lado, la adicción a ir de compras. Hay quien se habitúa a pasar su tiempo en grandes almacenes o mirando escaparates como fórmula para huir del tedio. Esta tendencia puede estar o no asociada a la compra compulsiva. Por otro lado, el deseo intenso de adquirir algo que no se precisa y que, una vez adquirido, pierde todo su interés. Esta inclinación se relaciona con situaciones de insatisfacción vital.

Para los jóvenes europeos y españoles analizados (16 años) comprar es una de las actividades más divertidas que ofrece una ciudad. Les gusta entrar en los centros comerciales, sienten un deseo permanente de ir de compras y adquirir cosas nuevas, y su grado de impulsividad en la compra y de falta de autocontrol y responsabilidad económica es muy alto. Los jóvenes tienen un nivel más alto de vulnerabilidad ante los mensajes que relacionan consumo con felicidad, éxito social y prestigio personal. En menor medida la adicción se relaciona también con baja autoestima y, en los jóvenes, con desconfianza hacia las propias aptitudes y habilidades y con la atracción por lugares donde hay mucha gente, entre otros factores.

Debemos luchar por un desarrollo económico sostenible, pero también por nuestro propio bienestar. Es decir, lo que debemos tener los consumidores para encontrar nuestra felicidad es el coraje para ser libres y para no dejarnos arrastrar por las estrategias de manipulación consumistas. No podemos aceptar sin crítica los valores que interesadamente tratan de imponernos, ni conformarnos con el papel de simples consumidores manipulables que nos han asignado. Debemos lograr un nuevo modelo de consumo que aumente nuestro bienestar, sin destruir el medioambiente ni los valores humanos y sociales más positivos.